14 de noviembre de 2011

HACIA UNA MEJOR CALIDAD DE NUESTRAS ESCUELAS


Silvia Schmelkes


CAPÍTULO V. LA CALIDAD DEPENDE DE TODOS LO QUE PARTICIPAN EN EL PROCESO.


La calidad la causa el equipo docente.


   Los agentes que causan la calidad es el equipo docente (Director y maestros), pues tienen que compartir el propósito de mejorar la calidad.


   Es indispensable que todo el equipo docente comprenda y comparta el propósito del mejoramiento, y entienda bien el papel que le toca jugar.


No basta con participar. Hay que hacerlo en equipo.


  En un trabajo en equipo se toman decisiones y se actúa sobre ellas, lo cual se convierte en el fin del equipo. Todos adquieren una responsabilidad ante el colectivo de esta actuación y el equipo es el único que puede revisar las decisiones anteriores, corregirlas y cambiarlas.


   En la administración de control total de calidad, estos pequeños equipos se llaman "Círculos de Calidad", el cual es un grupo que desempeña, voluntariamente, actividades de mejoramiento y control de calidad.


La participación en equipo mejora la calidad de vida en el trabajo.


   Un principio fundamental de la filosofía de la calidad es que las personas se desarrollan, se humaniza a sí mismas y humanizan el trabajo cuando participan activa y colectivamente en el mejoramiento de los procesos de trabajo.


   Sostiene que las personas que realizan en su trabajo, y se desarrollan como personas, cuando participan creativamente en su mejoramiento, y cuando lo hacen en equipo, reconociendo que por sí solos no pueden modificar los procesos que condicionan su quehacer.


Algunos ejemplos de trabajo en equipo en la escuela.



  1. La participación de los alumnos en el proceso de aprendizaje.
  2. El fortalecimiento de la lectura y escritura.
  3. El mejoramiento del entorno físico.
  4. El problema del rezago escolar.
La participación debe ampliarse a los padres de familia y a otros miembros de la comunidad.

   Una escuela debe convertirse en una comunidad educativa en la que participen alumnos, padres de familia y miembros de la comunidad. La calidad educativa les concierne a todos.

   Es conveniente, quizás, comenzar un proceso de mejoramiento de calidad a partir del personal docente de la escuela, incorporando padres de familia y alumnos.


REFERENCIA

Schmelkes, Silvia (1995). Cap. V La calidad depende de todos lo que participan en el proceso. En Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas.(pp. 55 - 64). México, D.F.: SEP

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Silvia Schmelkes


CAPÍTULO IV. LA CALIDAD ESTÁ EN EL PROCESO


El mejoramiento de la calidad es un proceso que nunca termina.


 Calidad no es un concepto que se pueda definir en términos absolutos, y siempre es posibles pretender más calidad.
Un movimiento de calidad es un proceso que una vez iniciado, nunca termina.


   No hay ningún progreso cuando se sigue haciendo lo mismo todo el tiempo.


   La constancia es tan importante que no tiene sentido iniciar un proceso de búsqueda de calidad si una proporción importante del personal que trabaja en una escala no tiene intenciones de permanecer en ella durante más de uno o dos años.


La calidad está en el proceso


   La calidad es un proceso constante y permanente porque es total, y como tal, está presente en todas las partes del proceso educativo. El objetivo de todo movimiento de calidad es mejorar los resultados de aprendizaje de todos los niños.


    Una organización es un proceso constituido por relaciones de las cuales, las más importantes son: La relación con los beneficiarios, y las relaciones entre quienes trabajan en ella. Mejorar la calidad significa mejorar dichas relaciones.


   Si bien es cierto que hay problemas personales que repercuten sobre la calidad, estos problemas  se resuelven de dos maneras: con disciplina y con formación.


   La calidad comienza desde el diseño mismo del proceso educativo, lo cual significa que definiremos qué aprendizajes queremos lograr y cómo lo lograremos. Otro proceso importante es el proceso de enseñanza, el cual incluye la relación maestro - alumno, alumno - alumno.


COMENTARIO


    En este capítulo se muestran las relaciones que debe establecer la escuela para lograr avanzar en el movimiento hacia la calidad. Así mismo, nos vuelve a mencionar que la constancia es lo que debemos tener siempre presente si es que realmente queremos alcanzar un buen nivel en cuanto a la calidad que buscamos.


   Lo que la escuela pretende en su alcance de calidad es el mejoramiento de la calidad en las escuelas, pero sobre todo el mejoramiento de los aprendizajes reales que obtendrá el alumno, en función de las necesidades del beneficiario.


REFERENCIA


Schmelkes, Silvia (1995). Cap. VI La calidad está en el proceso. En Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas.(pp. 49 - 54). México, D.F.: SEP

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Silvia Schmelkes

CAPÍTULO III. LA CALIDAD EN EL PLANTEL Y EN SU CONTEXTO.

   El enfoque dominante de la planeación educativa, consiste en aplicar estrategias uniformes de desarrollo educativo, que ofrezcan un servicio escolar estandarizado. Planificar a nivel central es importante y necesario, al hacerlo se cometen dos errores:
  1. Se supone que todas las escuelas del ámbito de acción del planificador son similares.
   Esto no es así. La realidad de las escuelas en nuestros países es sumamente heterogénea. La escuela típica no existe. Por otra parte, las escuelas se encuentran desigualmente dotadas de recursos tanto físicos como didácticos.

    2. Desde la planificación central, se supone que la demanda educativa está dada, y está dada de manera idéntica en todas las escuelas. Basta con asegurar la oferta para que los niños asistan.


   Desgraciadamente, en nuestros países este supuesto también es falso. Muchas de las escuelas operan en regiones en las que los padres requieren del trabajo de sus hijos durante varios días al año. Los padres no significan un apoyo igual en el aprendizaje de sus hijos.

   Las condiciones de la oferta se conjugan con las condiciones de la demanda para explicar por qué políticas educativas uniformes no producen resultados uniformes. Estas políticas deben ser diversificadas. Deben poder ser adaptadas al contexto local, ser flexibles y abrir espacios para una activa participación de los actores de la calidad educativa, que son los maestros mismos.

   Así como el planificador se equivoca, así nosotros nos equivocamos, a nivel plantel escolar, cuando pensamos que es suficiente con que la escuela abra sus puertas y funcione normalmente.

   El curriculum oficial también supone que su importancia es uniforme, esto no siempre es así.

   Los padres de familia pueden tener ciertas expectativas sobre la educación de sus hijos que no se encuentran contempladas en el curriculum oficial, o al menos en la forma en que estamos acostumbrados a enseñarlo. Un ejemplo es la formación de valores.

   El primer reto de la búsqueda de calidad, desde el plantel educativo y respecto al contexto específico en el que está ubicado, es el de lograr adaptar la escuela a las condiciones de vida reales de las familias, a fin de hacerla cultural y económicamente más accesible y más atractiva. El segundo reto es hacer del contexto un interlocutor más claramente exigente de los derechos que le corresponde respecto a la educación de sus hijos, pero a la vez, más comprometido con esta búsqueda de calidad.

COMENTARIO

   Cuando nos referimos a querer buscar calidad en nuestras escuelas, es necesario destacar que la calidad de cada escuela consiste en las personas que en ella laboran y la manera en la que interactuan.


    Schmelkes nos dice que el planificador se equivoca al decir que todas las escuelas reciben educación de la misma manera, sin embargo sabemos que no es así, pues hemos observado que en México existe una diversidad de escuelas en las cuales no se presenta exactamente lo que el planificador cree que ofrece, ya que al menos como hemos visto en nuestras jornadas de observación y lo que se observa en el contexto en el que nos desenvolvemos, hay escuelas que cuentan con un salón bien equipado, sin embargo, hay otras que el único mobiliario con el que cuentan son las sillas y el pizarrón.


     También es importante mencionar que la relación que se da entre el director y los maestros con la comunidad a la que sirven es la base para que pueda surgir la posibilidad de una educación de calidad.


REFERENCIA

Schmelkes, Silvia (1995). Cap. III La calidad en el plantel y en su contexto. En Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas.(pp. 43 - 47). México, D.F.: SEP

13 de noviembre de 2011

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Silvia Schmelkes

CAPÍTULO II. LA CALIDAD PARTE DEL RECONOCIMIENTO DE QUE HAY PROBLEMAS.

   No puede iniciarse un movimiento hacia la calidad si no se reconoce que existen problemas. La complacencia es el peor enemigo de la calidad.

   Es necesario que exista un compromiso con lo que se emprende; y nuevamente, el compromiso debe ser de todos. Hacer cosas cada vez mejor supone constancia. Uno de los enemigos principales de los movimientos de calidad total es precisamente la falta de constancia.

   Un compromiso de esta naturaleza requiere de liderazgo y también que los maestros aprendan a aceptarlo y a enriquecerlo.

Los problemas se resuelven de raíz.


   Un movimiento hacia la calidad, no se trata de reacomodar lo que está mal. Se trata de resolver los problemas atacando sus causas.

   El rezago escolar es para muchos de nosotros resultado de que los niños no aprenden, no ponen de su parte, son débiles mentales. No recapacitemos en el hecho de que nosotros como maestros hacemos poco por entender los problemas que tienen estos alumnos y por atenderlos en forma personal para evitar que se rezaguen.

  Es conveniente clasificar los problemas entre los que son nuestra propia responsabilidad y los que son responsabilidad de otros, y dar prioridad a los problemas propios.

Los problemas de la escuela.

   Cada escuela es única. La escuela típica no existe. A la escuela la definen quienes en ella trabajan, los alumnos a quienes sirve, la comunidad en la que está inserta, y las interacciones entre todos ellos. No obstante, hay algunos problemas que atentan contra la calidad de los aprendizajes y que están presentes en muchas de las escuelas que hemos conocido.
  • El problema de la no inscripción.
  • El problemas de la deserción.
  • El problema de la reprobación.
  • El problema del no aprendizaje.
  • El problema de la equidad.
  • El ambiente en el que ocurre el aprendizaje.
  • La falta de disciplina.
  • El tiempo real de la enseñanza.
  • Los recursos para la enseñanza.
  • Las relaciones con la comunidad.
  • Las relaciones entre el personal de la escuela.
   Corresponde a cada escuela identificar sus propios problemas, y analizar sus causas encada caso.

Para solucionar un problema se requiere información.


   En un movimiento hacia la calidad, no se puede trabajar a partir de intuiciones. La información que genera la escuela es para el uso de las autoridades del sistema educativo.

   La información que la escuela entrega a los niveles de autoridad superiores puede servir para conocer mejor los problemas de la escuela. La escuela necesita generar además, información de carácter más cualitativo. Debe saber cómo se encuentran los niveles de aprendizaje entre sus alumnos, y cómo evolucionan. Conocer las causas de la no inscripción y del ausentismo escolar.

   A la escuela le interesa conocer a sus maestros y conocer los problemas que les impiden destinar el tiempo necesario a la enseñanza.

   Cuando se identifica la presencia de un problema, hay que conseguir información sobre el mismo para cuantificarlo y dimensionarlo. Pero también hay que obtener elementos de la realidad para comprenderlo, es  decir, para conocer sus causas y el nivel de importancia.

COMENTARIO


   En éste capítulo me pude dar cuenta de que hay demasiados problemas en una escuela, pero muchas veces los maestros no se preocupan por solucionarlos ya que se enfocan más en echarle la culpa a los padres de familia.

   Así mismo, dentro de los problemas que la escuela presenta, nos menciona que la reprobación es consecuencia del rezago escolar, que como ya se mencionó en el capítulo anterior afecta de manera directa a nuestro principal beneficiario: el alumno.

   También nos menciona que para que nuestros alumnos tengan un buen aprendizaje es necesario que tengan un buen maestro, ya que será él quien tenga la capacidad de lograr excelentes resultados de aprendizaje.

   No todo es responsabilidad del maestro, ya que el movimiento hacia la calidad requiere de liderazgo, el cuál, se propiciará por parte del director de la escuela, ya que como bien sabemos es la parte fundamental de toda escuela y si él no es un buen líder no se tendrá un trabajo colectivo eficiente.


REFERENCIA

Schmelkes, Silvia (1995). Cap. II La calidad parte del reconocimiento de que hay problemas. En Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas.(pp. 31 - 42). México, D.F.: SEP

HACIA UNA MEJOR CALIDAD EN NUESTRAS ESCUELAS

Silvia Schmelkes

   El verdadero cambio en nuestra educación, el cambio cualitativo, es asunto de cada escuela, de las personas que ahí trabajan, y de las relaciones que éstas establezcan entre sí, con los alumnos y con la comunidad a la que sirven.

   La función de la educación es crear seres humanos de calidad.


   El sistema educativo en nuestros países ha avanzado y con ello, ha crecido la matrícula, disminuido el analfabetismo y aumentado la escolaridad promedio de la población de América Latina. Sin embargo, lo anterior se ha logrado sin avances consecuentes en el terreno de la calidad de los aprendizajes adquiridos en la escuela. La crisis de los años ochenta provocó una dinámica en la cual, si bien en términos cuantitativos el sistema educativo se mantiene e incluso crece, cualitativamente la educación se deteriora. De seguir este proceso, el sistema educativo estará lejos de cumplir su cometido: formar seres humanos de calidad.

   La calidad que estamos buscando como resultado de la educación básica debe entenderse como su capacidad de proporcionar a los alumnos el dominio de los códigos culturales básicos, las capacidades ara la participación democrática y ciudadana, el desarrollo de la capacidad para resolver problemas y seguir aprendiendo, y el desarrollo de valores y actitudes acordes con una sociedad que desea una vida de calidad para todos sus habitantes.

   La calidad en la educación sólo podrá mejorarse, en forma real, en la medida que se generen desde cada plantel educativo, de manera participada y compartida, las condiciones que ese plantel necesita para lograr resultados de calidad en la educación impartida a esos alumnos, en condiciones específicas de la comunidad a la que presta sus servicios.


CAPÍTULO I. LA CALIDAD MIRA HACIA AFUERA


Los objetivos de la educación.


   Es el objetivo externo de la educación el que le da significado a toda empresa que educa. Sin embargo, en el operar cotidiano de las escuelas esto parece olvidarse, ya que en ocasiones le damos más importancia a los objetivos hacia adentro de la educación.

   Así, importa más organizar las actividades de tal manera que los alumnos sean capaces de pasar un examen, de cumplir con los requisitos que exige transitar al grado o al nivel siguiente, de cumplir con las normas y los reglamentos de la escuela, que el verdadero para qué de todo lo anterior.

   De los sistemas educativos se han esperado aportes significativos en torno a objetivos como los siguientes:

  • Crear identidad nacional.
  • Formar ciudadanos democráticos.
  • Extender la cultura universal.
  • Formar personas críticas y creativas.
  • Formar seres humanos capaces de enfrentar y resolver problemas.
  • Formar personas aptas para seguir estudiando.
   Así mismo, se le ha atribuido la capacidad de:

  • Inculcar la ideología dominante.
  • Seleccionar a quienes podrán proseguir su curso por el sistema educativo y llegar a formar parte de la clase dominante, y a quienes deberán pasar a las filas de los dominados.
  • Lograr la legitimación de las diferencias sociales en una sociedad determinada mediante el argumento del "logro" educativo.
  • Dar a la mano de obra la capacitación que el aparato productivo necesita para generar riqueza.

   Es injusto pedirle solamente al sistema educativo que cumpla con todo lo que la sociedad exige de él. Pero sería absurdo limitar la función de la escuela a lo que puede legar a tener lugar dentro de las cuatro paredes del aula.

Los beneficiarios de la educación.


   El principal beneficiario de la educación es, sin duda alguna, el alumno. Él es el receptor de todo esfuerzo educativo, y desde luego, de todo impulso para mejorar la calidad de la educación. El alumno es el que mejorará cualitativamente como resultado de procesos educativos mejorados.

   Este alumno requiere de dos tipos de servicios por parte de la escuela. Requiere de los servicios que le permitan irse desarrollando como persona pero también requiere que esos servicios le resulten útiles para su vida adulta.

   Pero también los padres de Familia son beneficiarios del quehacer de la escuela, ya que son ellos quienes tienen la tutela sobre los hijos menores de edad; quienes deciden enviar a sus hijos a la escuela y, cuando hay opciones, a una escuela en concreto.

   Visto desde otra perspectiva, los alumnos son producto del proceso educativo. Es beneficiaria del sistema educativo la comunidad en la que el alumno se desempeña social y políticamente. En términos más amplios, es la sociedad la beneficiaria del sistema educativo. La calidad de la forma de entrar a la sociedad es uno del objetivos principales de nuestro quehacer, ya que nuestros alumnos no salen de la escuela, sino que entran a la sociedad para la que fueron formados.

   Es importante tener en cuenta que toda organización también tiene beneficiarios internos. En el caso de la escuela, el ejemplo más claro del beneficiario interno es el maestro del grado siguiente, que recibirá a los alumnos del grado inmediato anterior.

   En la escuela, la solución que muchas veces le damos al rezago escolar es la de volver a empezar: reprobamos al alumno. Y por no incomodar al beneficiario interno perjudicamos al alumno, que representa nuestro beneficiario inmediato y la razón de ser del quehacer escolar.

La centralidad de los beneficiarios.


  El beneficiario de una empresa o de una organización, como la escuela, es todo aquel que juzga la calidad de nuestros servicios. Esto es por alguno de los tres motivos siguientes:

  1. Porque si el que juzga tiene opciones, y su juicio es negativo, abandonará nuestro servicio.
  2. Porque si el que juzga no tiene opciones, pero tiene derechos y expectativas sobre la calidad de nuestro servicio, tendrá también derecho a exigirnos, por diferentes vías, que cumplamos esas expectativas.
  3. Porque si el que juzga no tiene opciones ni tiene claras sus expectativas, aunque tenga derechos, se conformará con un servicio mediocre, o simplemente lo rechazará (el alumno desertará).

   El movimiento hacia una mejor calidad educativa debe partir del propósito de satisfacer al beneficiario. Para lograrlo, es necesario conocer mejor sus necesidades, sus expectativas, sus preocupaciones, sus insatisfacciones respecto al servicio que estamos ofreciendo.

   Es necesario, reconocer que las calidad no es algo absoluto ni estático. Por eso, un movimiento hacia la calidad es: un movimiento cuya trayectoria es una espiral ascendente. una vez iniciado, lo único que puede lograr es más calidad.

Los beneficiados y el plantel escolar.


  La escuela, por su función, debe priorizar el aprendizaje. Así, la escuela debe preguntarse, centralmente, qué y cómo deben aprender los alumnos.

   Para hacerlo, tendrá que tomar en cuenta varios elementos. Uno muy importante es el curriculum oficial. Así tendremos la posibilidad de asegurar que lo que ofrecemos en las escuelas de todo el país es equivalente, y sólo así habrá bases para esperar equidad como resultado de nuestro sistema educativo.

   Pero el curriculum oficial debe representar solamente un punto de partida. El diálogo con los beneficiarios debe ser permanente, y debe involucrar a todo el personal de la escuela.

CONCLUSIONES


   La escuela no puede transformar la sociedad, pero sí puede contribuir a que la transformación sea de calidad, que se centre en la calidad de las personas, y que conduzca a una mejor calidad de vida.

   El beneficiario es todo aquel que juzga sobre la calidad de nuestro servicio. Los principales beneficiarios del quehacer educativo son los alumnos, los padres de familia, los niveles educativos subsecuentes, los empleadores, la comunidad y la sociedad más amplia.

   El maestro del grado inmediato superior es un beneficiario del quehacer del maestro del grado inmediato inferior, porque recibe a sus alumnos. Sin embargo, para tomar en cuenta tanto sus requerimientos como los de sus alumnos, el esfuerzo debe centrarse en evitar el rezago escolar, y no en seleccionar adecuadamente a los alumnos que reprobarán.

   La escuela debe definir su proceso de mejoramiento de la calidad priorizando lo que realmente aprenden los alumnos. En ello se sintetizan los requerimientos de los diversos beneficiarios de la escuela.

COMENTARIO
 
   Al leer la introducción y el primer capítulo de este libro, me dí cuenta de que la educación de hoy en día ha venido decayendo en la calidad que ofrece, así mismo la escuela ha olvidado que lo que realmente importa es el objetivo externo, por ende, ha olvidado que se debe educar para la vida y no para la escuela.

   Por otro lado, coincido con Schmelkes en el aspecto de que el alumno es el beneficiado más importante de este proceso educativo, por lo que la escuela debe preocuparse más por que el aprendizaje que reciba le sirva para desarrollarse en la sociedad a la que entrará.

   Así mismo, me pareció interesante que mencionara el punto del rezago escolar pues la solución que el maestro encuentra es la reprobación del alumno, así nos dice que la mejor manera de evitar éste rezago es atacar toda aquella causa que conlleve a la reprobación.


REFERENCIA

Schmelkes, Silvia (1995). Cap. I La calidad educativa mira hacia afuera. En Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas.(pp. 17 - 30). México, D.F.: SEP